Terapia

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Surge, como respuesta al sufrimiento de la familia (sistema), de la pareja, de los hermanos, de los padres y/o de los hijos (subsistemas), cuando están atravesando por un momento de crisis.

Consiste, en el acompañamiento estructurado (proceso terapéutico), que se le presta al sistema y/o subsistemas, por parte del terapeuta.

Busca, generar cambios a nivel de la estructura familiar, de las relaciones, de la percepción que tenemos del otro, de sí mismo, del sistema y de la manera de comunicarse.

Lleva a comprender, contener o eliminar las causas del sufrimiento que motiva la crisis.

Requiere de tiempo, de participación y sobre todo de compromiso de los involucrados; para generar cambios.

Es un proceso, no es algo “mágico” que ocurre al salir de la primera sesión.

Es algo que se construye en el tiempo y requiere constancia, paciencia y tolerancia.

Es, estar dispuesto a perdonar, aceptar, asumir y comprender.

Acompañamiento en Crisis

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Durante el ciclo vital de todo individuo y su familia, se presentan transiciones, producto del paso natural de una etapa de la vida a otra. Estas transiciones, en algunos casos producen traumatismos, que si no son manejados apropiadamente, pueden desembocar en crisis.

Una crisis, se da cuando hay un estancamiento en la búsqueda de una solución que alivie el sufrimiento; producto de una situación que genera tensión. Este estado lleva a la sensación de impotencia y frustración, que a su vez incrementa el sufrimiento del o los afectados.

Entre las transiciones se ven crisis en:

Infancia 

Adolescencia 

Juventud

Adultez 

Vejez 

Pareja 

Familia

Proceso Terapéutico

 

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Durante la terapia, el terapeuta indaga las causas del problema (sufrimiento), prestando especial atención al lenguaje verbal y no verbal de las personas que participan en la sesión. De vez en cuando, el terapeuta retroalimenta al grupo con sus observaciones, las cuales, muchas veces le permiten al grupo reflexionar sobre su propia condición y reaccionar.
La terapia sistémica, se compone de cuatro grandes fases:

  • Fase Exploratoria
  • Fase de Formulación de Hipótesis y Construcción de Estrategias
  • Fase de Restructuración
  • Fase de Retroalimentación
  • Cierre

Fase Exploratoria:
Durante ésta fase, el terapeuta y los participantes establecen las bases de la relación terapéutica. Estas bases se construyen sobre la aceptación e inclusión del terapeuta dentro del sistema o subsistema objeto de estudio, de forma tal que éste pueda ayudar a generar los cambios requeridos orientados a aliviar la crisis.
Una vez aceptado el terapeuta como un miembro más del grupo, se entra en un proceso de indagar, reconocer y comprender la estructura familiar, las reglas que rigen la relaciones, las estrategias de adaptación que cada quien maneja dentro del grupo y todos aquellos  intentos que han realizado para dar solución a la problemática.

Fase de Formulación de Hipótesis y Construcción de Estrategias:
En esta etapa, el terapeuta, a partir de sus observaciones y de la información suministrada por el grupo, analiza la problemática para construir así una serie de estrategias, de común acuerdo con los participantes, orientadas a llevarlos a comprender, contener o eliminar las causas del sufrimiento que motiva la crisis.

Fase de Restructuración:
A partir de la aplicación de las estrategias definidas en la fase anterior, el grupo comienza a generar cambios en relación al significado atribuido a las relaciones, las reglas, pautas, creencias e inclusive a la problemática misma.
A partir de este momento, el problema es percibido, entendido y asumido de otra manera y comienza una nueva dinámica regida por principios de: tolerancia, perdón, aceptación, y comprensión, cuyo efecto concreto es disminuir y en lo posible eliminar el sufrimiento.

Fase de Retroalimentación:
En esta etapa, se analizan los resultados provenientes de la fase anterior, y se determina que ajustes, o cambios se requieren para maximizar el efecto restaurador de la estrategia planteada y desarrollada en las fases anteriores. También, en esta etapa, se puede utilizar para identificar nuevas formas de actuar frente a potenciales situaciones perturbadores que puedan desestabilizar de nuevo el sistema.

Cierre:
El cierre de la terapia se da cuando los participantes reconocen que se ha superado la crisis y se cuentan con las herramientas, estrategias y autoconocimiento suficiente para reaccionar de forma adecuada a situaciones perturbadoras que se puedan presentar en el futuro, en otras palabras se alcanza la estabilidad.
Cuando la familia (el sistema) alcanza la estabilidad, cada miembro reconoce sus competencias, potencialidades y sus debilidades, así como las de los otros; redefine la percepción de sí mismo y del otro; replantea la forma de manejar sus relaciones y las orienta a reaccionar de la mejor forma, como equipo, ante situaciones perturbadoras internas o externas que se puedan presentar con el paso del tiempo.